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Sergio Pérez Barrero

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Pérez Barrero es Médico Psiquiatra y miembro del Grupo de la Organización Mundial de la Salud para la Prevención del Suicidio.

A pesar del miedo que le tenemos a la muerte, en el mundo, cada 40 segundos, una persona le pone fin a su vida. ¿Encontramos en los estereotipos culturales la razón de dicho comportamiento? ¿Es la única manera de eludir las inseguridades de la vida? ¿Qué debemos hacer si un ser querido exterioriza su «derrumbe espiritual»?

Por Diego Pereyra.

Nos alarmamos por lo que sucede en Gaza, Ucrania o Siria pero, según la OMS, el suicidio causa más muertes que estas «guerras o conflictos armados». ¿Cuál es la explicación que puede darnos respecto del alto deseo de morir de las personas?

No existe una explicación única para el suicidio, pues, la que es válida para un suicida puede no serlo para otro. No hay que confundir el deseo de morir con el deseo de matarse. El deseo de morir es, a mi juicio, el portal del comportamiento suicida, y el portal no es la casa propiamente dicha pero tampoco es la calle. Según la solución que el sujeto haga a ese deseo de morir puede trocarlo en deseo de vivir o deseo de matarse, es decir, de la pasividad a la postura activa, protagónica.

¿Cualquiera puede tener un impulso suicida o esto es, más bien,producto de un proceso personal interno?

Cualquiera puede tener una idea suicida pasajera que pondría a prueba el instinto de conservación, como suele suceder cuando en un balcón de un edificio pensamos si nos diera por lanzarnos, pero no lo hacemos, pues no estamos inmersos en una crisis suicida.

El suicidio es un proceso que lleva su tiempo, aunque el acto suicida pudiera parecer impulsivo. Por lo general, tiene una historia, que se va haciendo evidente en la medida que el sujeto vulnerable añade a su biografía eventos vitales dolorosos que ponen en evidencia esa vulnerabilidad.

Me dice que aunque pudiera parecer impulsivo, el acto suicida lleva un tiempo procesarlo. Entonces, ¿cuáles son los factores, las variables o las condiciones que hace que los jóvenes sea la franja etaria con mayor predisposición al suicidio?

La biografía de los futuros adolescentes con conducta suicida tiene tres momentos. Una infancia problemática, caracterizada por un elevado número de eventos vitales negativos, como el abandono paterno, el hogar roto, la muerte de seres queridos, dificultades socioeconómicas, abuso sexual, maltrato físico o psicológico, etc.

Luego, se da un recrudecimiento de los problemas previos con la incorporación de los propios de la edad, como son las preocupaciones sexuales, los cambios somáticos, los nuevos retos en las relaciones sociales, la independencia, la vocación, etc.

Y por último, la etapa previa al acto de suicidio, que se caracteriza por la ruptura de una relación valiosa o un cambio inesperado de su rutina cotidianaa la cual le es imposible adaptarse de una manera creativa, momento en el cual aparecen los mecanismos autodestructivos.

Generalmente, pensamos en lo que le podría estar pasando a una persona a la hora de tomar la determinación de quitarse la vida y no reparamos tanto en la familia o los sobrevivientes. ¿Cuáles son las etapas por las que pasan los sobrevivientes?

El duelo por un suicida presenta determinadas características que lo diferencia del resto de los duelos. Los sobrevivientes experimentan un conjunto de emociones que no se encuentran con la misma frecuencia en otras causas de muerte y están más expuestos al desarrollo de psicopatologías como los trastornos de ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y episodios depresivos mayores.

Es imposible presentar un cuadro clínico típico del sobreviviente de un suicidio pero son comunes algunos de ellos, como los intensos sentimientos de pérdida acompañados de pena y tristeza, rabia por hacerle responsable, en cierta medida, de lo sucedido, sentimientos de distanciamiento, estigmatización,etc.

Cuando la culpabilidad es insoportable el familiar también puede realizar un acto suicida para expiar dicha culpa.

¿Cuánto influye en el suicida el hecho de no poder cumplir con la demanda cultural del éxito?

Influye en aquellos en los que se han depositado las esperanzas de éxito para mejorar la calidad de vida de otros o la realización personal de otros, y esas expectativas no se cumplen. Y esta sensación de fracaso puede conllevar depresión o problemas adictivos que pueden predisponer o precipitar un acto suicida.

No cumplir con la demanda cultural de éxito per se no conlleva suicidio si no se asocian otros factores, como los ya expuestos. Puede suceder en la caída del éxito o la pérdida de la fama, a lo que, generalmente, se asocian estilos de vida que explican estos desenlaces.

¿Podemos considerar la depresión como la epidemia del siglo XXI?

Varias enfermedades relacionadas con la salud mental se encuentran entre las 10 primeras que conllevaran las mayores discapacidades: la depresión, el abuso de sustancias adictivas, principalmente, el alcohol, las esquizofrenias, y las demencias.

El mito dice que quien se quiere quitar la vida no lo exterioriza; ¿es esto erróneo? ¿Cómo podemos prevenir estos impulsos?

El criterio científico muestra que de cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas dijeron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.

Erróneamente, se minimizan las amenazas suicidas al ser consideradas como chantajes, manipulaciones, alardes, etc.

La manera de prevenir estos impulsos es lograr una personalidad antisuicidal, o sea, saber tolerar frustraciones, saber manifestar pensamientos dolorosos y saber pedir ayuda, incluida la asistencia a los servicios de salud mental.

Muchas veces, una persona primero mata y luego se suicida. Esta mezcla trágica, ¿debe analizarse como producto de un trastorno mental o emocional grave, o el suicida es, o puede convertirse, en asesino?

El homicidio-suicidio es una muerte, habitualmente, diádica que ocurre entre personas muy vinculadas afectivamente y que tiene características distintivas.

Puede ocurrir entre un sujeto y varias personas relacionadas entre sí por la locación y no necesariamente por los vínculos afectivos.

Por lo general, en el homicidio-suicidio se utiliza el mismo método para realizar el homicidio y el suicidioaunque puede variar,principalmente, cuando se trata de hijos pequeñosa quienes se puede privar de la vida de una manera y el homicida utilizar un método diferente para suicidarse (homicidio por ahorcamiento y suicidio por arma de fuego) o ante enfermos terminales encamados (homicidio por sofocación y suicidio por arma de fuego o ahorcamiento). Por lo general, el homicidio-suicidio es un proceso que se inicia mucho antes de la ocurrencia del suceso.

Puede haber amenazas de muerte a la expareja, escenas de celos con violencia, golpizas, etc. Otras veces, se presentan en el futuro homicida manifestaciones depresivas de diversa intensidad, acompañadas de abuso de alcohol o drogas. El victimario puede padecer una condición que le prive de la conciencia al momento de realizar el homicidio. El suicidio es la reacción del sujeto al enterarse de lo sucedido.

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